DESCRIPCIÓN:
El municipio de Teresa de Cofrentes se localiza en la comarca del Valle de Cofrentes-Ayora, al suroeste de la provincia de Valencia. Su término municipal tiene una extensión de 110,8 km2 y limita con las poblaciones de Cortes de Pallás y Jarafuel al norte, Zarra al oeste, Ayora al Sur, y Bicorp al este.
La localidad se encuentra más próxima a la ciudad de Albacete (100 km) que a la de València (120 km). Su principal vía de comunicación es la carretera N-330, eje vertebrador de la comarca.
Según los restos encontrados en el término municipal, se puede determinar que hubo poblamiento desde la Edad del Bronce, seguido por los íberos. En lo que respecta a la actual ubicación del núcleo urbano, los restos más antiguos datan de época romana. Bajo la Plaza de la Iglesia se encontraron restos de una muralla romana, que fue aprovechada posteriormente en época islámica para el levantamiento de un sistema defensivo. De origen romano proviene la ubicación urbana actual, que responde a sus patrones de distribución de poblamiento: alejadas de relieves muy accidentados, con defensas naturales y cerca de algún curso fluvial.
La población posee un rico y variado patrimonio cultural e histórico. Entre sus elementos más destacados se encuentran la ermita de San Apolinar, construida en el 1702; la almazara museo, donde se puede contemplar la maquinaria que se ha utilizado tradicionalmente para la elaboración de aceite; la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de 1636; el muro romano, del año 476 a.C.; y la ermita de la Santa Cruz, del 1760.
Además de ello, Teresa de Cofrentes también cuenta con un variado patrimonio natural. Gran parte de su término forma parte de la Red Natura 2000, con el LIC Muela de Cortes y el Caroche y la ZEPA Sierra de Martés – Muela de Cortes. También dispone de la microrreserva del Caroche.
LOCALIZACIÓN:
Coordenadas UTM (ETRS89):
x = 670348
y = 4344727
DESCRIPCIÓN:
La Ermita de la Santa Cruz se asienta al norte del casco urbano de Teresa de Cofrentes, en lo alto del Cerro del Castillo. Este punto estratégico albergó algún tipo de fortaleza medieval que, tras su abandono, se convirtió en el emplazamiento de la ermita a mediados del siglo XVIII. Se puede acceder desde la Plaza Arriba, por el vía crucis hacia el depósito de agua, o desde la calle Desamparados, por el camino que circunvala el cerro por la cara norte.
Actualmente sólo se conservan las paredes y los contrafuertes, mientras que del techo no queda ningún vestigio. En el lugar donde se encontraba la entrada se ha instalado una puerta rejada para evitar el acceso libre y el vandalismo.
A lo largo de su historia, la ermita tuvo diversas funciones además de la religiosa. Se llegó a utilizar como colegio, teatro, e incluso como cementerio entre los años 1810 y 1816. Cuando se trasladó el cementerio a su ubicación actual, junto a la ermita de San Apolinar, la ermita de la Santa Cruz fue relegada al abandono y a su ruina.